El boomerang australiano

Intenso. Es el primer adjetivo que se me viene a la cabeza después del fin de semana que hemos vivido en Australia. Melbourne no decepciona, siempre es un circuito atractivo de ver, aunque como pasa todos los años, no nos indica mucho del verdadero nivel de los equipos aunque sirve como una buena primera criba.

Analizar todo el fin de semana daría para mucho, es más, tanto hay que decir que podríamos analizar cada escudería y hasta cada piloto. Empecemos por decir que los entrenamientos dieron una primera advertencia de cómo iba a ser la carrera, McLaren siempre arriba y un BMW que para poca sorpresa de todos y como se esperaba dio lucha hasta el final. El sábado las cosas se mostraron más claras. Pole de Hamilton, con perdón de Kubica que se la pudo haber arrebatado al final, lastimero error del polaco y más lastimero aún Ferrari que tuvo problemas durante los entrenamientos y los volvieron a mostrar la clasificación, Kimi que no fue capaz de pasar de la primera Q (sesión de clasificación) por problemas en la electrónica y un Massa que no pudo hacer más que un cuarto puesto.

El domingo nadie sabía que esperar, con 15 coches fuera esta es quizá una de las carreras más accidentadas de los últimos años, bueno accidentadas por llamarlas de algún modo, la fiabilidad se notó o más bien dicho la falta de ella, Ferrari en invierno a pesar de pisar fuerte ya mostraron que era un tema en el que tenían que mejorar si no querían que su máximo rival les impida repetir campeonato este año. Por el momento 1 punto para la escudería frente a los 14 de McLaren y 10 de Hamilton con su victoria frente al único punto que arañó Kimi después de la sanción de Barichello a pesar de que los dos Ferraris no acabaron la carrera.



Pero no quiero centrarme en los resultados que ya todo el mundo conoce, me gustaría analizar un poco lo que nos deja la primera prueba del año. Se confirma que los candidatos están ahí: Ferrari, McLaren y BMW. Son los de arriba, son los que pelean por lo principal, el resto corren en su particular campeonato, lejos de los primeros puestos. La triple salida del safety car complico la estrategia de más de uno que se vio perjudicado, salvo Hamilton tal vez que fue sin duda el más cómodo durante toda la carrera, demuestra que tiene mucho que dar y que va en serio, agresivo desde la salida protegiéndose de Kubica, este año lo quiere todo para sí. La carrera de Kovalainnen en su nuevo equipo es de resaltar de no ser por las últimas 3 vueltas. Una carrera en la que de no ser por los coches de seguridad podría haber alcanzado la segunda posición (según algunos incluso podría haber ganado si administraba bien su tiempo), un soberbio adelantamiento a Alonso que lo empaño con su error al aplastar el limitador de velocidad, infantil error en un piloto y una escudería que ya perdió un título el año pasado justo por algo parecido. BMW fantástico, Heidfield supo leer la carrera a la perfección y sacó a relucir su experiencia y su sangre fría, estuvo haciendo la mejor carrera posible dadas las circunstancias rodando a buena velocidad y siempre cerca de donde se cuece todo. Lástima lo de Kubica que tuvo que abandonar después de una carrera más bien con todo en contra para él, es muy buen piloto y todo el gran circo lo sabe, sin embargo empieza igual que el año pasado, con su veterano compañero de equipo sacando a relucir sus galones y ganándose el respaldo de todos. Williams logró su primer podio esta temporada junto con el primer podio de Rosberg, quien carrera aparte se metió en el tercer cajón un poco con la suerte de lo que sucedía en la pista. El coche va bien, es rápido y pelea, pero lejos está de plantar cara, a partir de Rosberg todos más o menos se encontraron para bien o mal con sus posiciones, no tanto por mérito o desmérito sino por cosas del azar que tras tanto abandono dejó un gran premio muy fraccionado. Alonso se subió al cuarto puesto con autoridad, conduciendo un coche lento y difícil de llevar, le falta evidentemente velocidad y sabe que no se consigue de la noche a la mañana, se encontró con un cuarto puesto cuando su verdadera posición debía ser octavo o noveno, quien sabe incluso más. Protagonizó lo mejor de la carrera, su doble adelantamiento a Kimi y Kovalainnen es de una pillería tal que se merece más de una ovación, pero que nadie se confunda, ni el equipo ni él como piloto se van a encontrar otra vez con una carrera con tanta suerte y no están para pelea el campeonato de ninguna manera.

He querido guardar para el final a Burdois, excelente carrera, ver a Alonso sufriendo detrás de un Toro Rosso conducido por un novato es refrescante para el deporte. Con un coche inferior en muchos sentidos y a pesa de que también se vio beneficiado de cierta forma por la atípica carrera demostró una concentración admirable, lo único que empaña en algo su debut es la clasificación, aspecto en el que es evidente debe mejorar para ser más completo.
Queríamos saber como va ir la temporada y no sabemos nada, he titulado este artículo boomerang australiano porque es la sensación que me deja. Salimos de el tal cual llegamos con las mismas incógnitas, porque no me creo que Ferrari este tan mal como en Australia, ni me creo que McLaren sea tan superior, no me creo que sin grandes acontecimientos en pista muchos pilotos se queden con una actuación tan pobre o complicada sin necesidad de ser decepcionante. Esperaremos ahora a que llegue Malasia este fin de semana, aunque al decir verdad hasta que llegue España y con el la temporada europea no creo que se pueda hacer un análisis cierto de cómo va, sin duda se puede decir que el control de tracción trae más dificultades al momento de conducir y veremos más despistes, más accidentes, salidas de pista y claro adelantamientos. Vuelve el protagonismo del piloto,veremos como los resultados reflejan de mejor manera el talento del hombre tras la máquina y veremos si nombres como Alonso o Raikonnen compartirán el espacio reservado a mitos como Senna o Prost por nombrar solo algunos, creo firmemente que se ha ganado mucho con esta medida y como ya lo dijo en su momento Kimi, al piloto que le parezca muy arriesgado, que cambie de trabajo. Sin duda estos ingredientes son el augurio de una temporada muy competitiva y entretenida.